Bajo el título “Sentido popular y revolucionario de la fiesta de las Fallas” Josep Renau firmaba en marzo de 1937 un manifiesto en el que reivindicaba la recuperación de las esencias de esta fiesta popular valenciana como un arma para combatir -en el campo de las ideas- a un fascismo que regaba España con sangre y muerte.

Como recuerda Emili Nadal en una edición especial de la revista Nueva Cultura en marzo de 1937, la fiesta de las Fallas había sido desde sus orígenes una potente y eficaz arma contra todo tipo de opresores. En forma de “ninots” desfilaban año tras año por las fallas políticos corruptos, comerciantes inmorales, especuladores, acaparadores, y todo tipo de personajes y esce...

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